jueves, 9 de agosto de 2012

A partir de los 40

Así como en el mundo de la cosmética y la nutrición está plenamente reconocido que a partir de los 40 se hace necesario cuidar nuestro cuerpo de una manera más específica, ¿se piensa lo mismo con la indumentaria?

Si bien aceptamos el uso de determinados productos para frenar el paso del tiempo en temas de moda no parece servir aplicar esta máxima.  Estar más joven no es llevar ropa de joven, al igual que usar cremas de jovencitas no nos va a mejorar la piel.

Siguiendo con el símil de la cosmética, no sirve utilizar prendas que como las cremas "nos den más luminosidad o ejerzan un efecto tensor sobre la piel". Ni colores chillones ni ir apretada como una morcilla. 

Mariah Carey / Agencias


No se trata de cambiar el estilo de vestir sino de ir adaptándolo. Algunos defectillos que a los 30 no lo eran tanto ahora empiezan a hacerse más marcados. Tampoco hay que renunciar a ponerse unos jeans desgastados o unas converse. Cada uno debe saber lo que mejor le sienta y con los años esto también se aprende, al menos la mayoría.

Generalizar siempre lleva al error y no se puede ser rotunda en casi nada pero lo que es bien cierto es que con encanto personal y un buen conocimiento de si mismo el aspecto mejora y trasciende a la persona.

Si eres asidua a los tejanos mejor rectos o tipo boyfriend; los pitillos, skinny jeans o jean de cadera baja, salvo contadas excepciones, mejor desterrarlos.
 

Buscar ese equilibrio entre parecer sexy pero sin ir de mujer sexy. Lo que se ha dicho toda la vida: insinuar más que mostrar con toques frescos y divertidos pero sin parecer una hippy trasnochada ... supongo que se me entiende.


Por cierto adoro a Melanie Safka.

En cuanto a vestidos y prendas básicas tampoco hay que optar sólo por colores neutros. Se pueden elegir estampados que los hay muchos y bonitos (me encanta el ojo de perdiz) pero es recomendable un uso comedido de estilos como el militar o "de camuflaje", el print animal...


y los sombreros estrafalarios sino te llamas Sarah Jessica Parker. Eso si, lleva vestido ojo de perdiz de Chanel.

En complementos más vale calidad que cantidad, ni bisutería excesiva ni demasiados oropeles aunque esto vale para todas las edades. El brilli-brilli mínimo (un bolso dorado, alguna lentejuela)  o unos oxfords, por ejemplo.

Oxfords: Primark (London)

A partir de los 40 se suele apostar más por los buenos tejidos, amplios, cómodos, suaves... y es que ya no se busca el consentimiento de nadie.


Me gusta ese aire de despreocupación por su aspecto que tiene Cate Blanchett aunque se haya mirado 100 veces por todos los espejos de su casa.


Y es que no  hay secretos. Tal vez sea esa convicción que describió el psiquiatra norteamericano Ivan Goldberg "a los 40 no sólo se tiene un largo camino recorrido, sino un largo camino por delante". Amén.

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